Lo mismo le hubiésemos dicho al Sr. Marshall.
¡Que vienen, que vienen, que vienen!
Nadie pudiera haber dicho que después de tanto tiempo, estando allí reunidos frente a frente, fuera a volar la inspiración, pero voló, claro que voló, siempre acaba haciéndolo y ¿sabéis que es lo mejor? ¿no? pues que cuando vuelva pienso construir un edificio del tamaño de una torre con ventanitas como paralelas y piensa tirar tantos papeles con historias inacabadas que lleguen hasta mi ventana para así poder limpiarme el culo de la misma mierda de siempre.
Allí reunidos a nadie se le podría haber escapado una historia, todos contamos la nuestra propia...
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