ANA VÁZQUEZ. AVILÉS. Cuentacuentos y manualidades animan el verano de los niños en Corvera.
Los cuentos de hadas siempre han sido un clásico. De ahí viene la última propuesta del Ayuntamiento de Corvera que, en coordinación con la Casa de la Llingua, ha organizado un cuentacuentos en las bibliotecas del concejo durante los meses de julio y agosto.
El programa, que nace con el nombre de 'Un branu de cuentu', además de fomentar la lectura entre los más pequeños, incluye talleres de manualidades para que no desaprovechen ni un segundo de su verano.
De esta forma, los niños de 5 a 12 años podrán mantener ocupadas sus mañanas de 11.30 a 13 horas. La iniciativa ha salido adelante por la gran afluencia que tuvo una de semejantes dimensiones durante el período escolar en las bibliotecas municipales.
Hasta una decena de niños participan ansiosos de reengancharse a una lectura que ya tienen como hábito, de la mano de tres monitores de la Casa de la Llingua.
Los principales objetivos que se persiguen son que los niños no pierdan el contacto ni con la lectura ni con el asturiano, idioma en el que, en principio, no encuentran dificultades a la hora de su comprensión.
Un grupo de niños juega con sus monitores en la biblioteca del Centro Tomás y Valiente de Las Vegas.
MARIETA
«Lo supo mi madre y me trajo», responde María López, de tan solo ocho años. Durante la mañana se escucharon algunos de los primeros cuentos ilustrados como 'La pota encarnada' o '¿De qué esta fecha la lluna?'. Entre los niños que participaron en la sesión se encuentran Lucía, Miguel, Cristina del Río y Nicolás Fernández. «En clase leemos mucho, todos los martes íbamos a la biblioteca», se atrevió a confesar Marcos Rodríguez, eclipsado por héroes de película como 'Spiderman' o 'Tarzán'.
Todos son unos artistas. «Siempre me ha gustado leer aunque ahora me gusta más que me lean los cuentos. En clase escribimos redacciones, cuentos de brujas con final feliz, e incluso tenemos que inventar nuestros propios títulos. Marcos y yo vamos juntos a clase, él hace buenos finales y yo hago buenos principios», declara sonriente María López. «Si leemos un cuento, solemos hacer móviles con los personajes».
Los talleres comenzaron el pasado lunes en la biblioteca de Las Vegas, situada tras su reciente traslado en la última planta del Centro Tomás y Valiente. Durante las próximas semanas los niños podrán seguir disfrutando de las lecturas en el mismo horario en las bibliotecas de Cancienes, Los Campos y Trasona. Además, el ingrediente lingüístico es el gran protagonista, ya que se combinan las lecturas en asturiano de julio con las de agosto, en castellano.
Ideas como así son complementos excelentes a la educación escolar de los niños; se hacen precisamente en verano porque aprovechan la desconexión de los pequeños de la escuela y el tiempo libre, que muchos no saben en qué emplear.
Mientras la pequeña María se debate entre ser cuidadora o escritora de cuentos de hadas, las lecturas siguen en la biblioteca de Las Vegas cada mañana, hasta hoy, y «¡collorín colloráu, esti cuentu tá fináu!».
Fuente: La Voz de Avilés (El Comercio)
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