Hoy quiero presentaros un relato que he hecho con la ayuda de mi inspiradísima amiga Ana, en uno de los arrebatos que le dio por desarrollar y continuar una idea suya, derivó en esto, epero que os guste.
Gracias Ana ^^
Tres: un numero mágico, perfecto, exacto. ¿Acaso alguien lo podría ver como algo malo? Yo sí. Os cuento mis historia, sucedió hace 17 años.
Era una inconsciente, lo tenía todo en la palma de mi mano y la fastidié. Una familia que me cuidaba, unos amigos envidiables y un novio perfecto y de repente se esfumó todo. Me acuerdo perfectamente, esa tarde había quedado con Adrien, él era mi vida, lo era todo. La atracción que sentíamos el uno por el otro era infinita, sólo con mirarnos intercambiábamos nuestros mas ínfimos pensamientos. El tiempo se detenía y pensar que estábamos desaprovechando toda una vida juntos. Las cosas con Adrien habían cambiado. Al principio era intenso y pasional, hacíamos la pareja perfecta pero desde que apareció Erik nada fue lo mismo. Mi novio estaba raro, parecía desconfiar de mí y no le sobraban razones.
Así todo, yo notaba que Adrien hacia todo lo posible por dejarlo pasar, por tratar de olvidar que me estaba empezando a enamorar de otra persona, pero si ni yo misma podía definir lo que sentía, ¿cómo alguien ajeno a mí lo había conseguido? Quizás habíamos pasado demasiado tiempo juntos y ya imitaba mi forma de pensar o quizás sólo era egoísmo. Me empezaba a agobiar, se metía en mis pensamientos y lograba sacar toda mi parte mala. Así que esa tarde quedamos para arreglar nuestras diferencias, para intercambiar opiniones y para decirnos todos los "lo sientos" que nos hacía falta escuchar el uno del otro por nuestras innumerables discusiones tontas. Todo volvió a la normalidad, al menos a nuestra normalidad particular.
A la mañana siguiente entramos en clase como cada lunes. Suponía algo muy poco usual que viniera un alumno nuevo y menos de tan lejos. Esa mañana, el profesor Brett nos presentó a Erik, un chico nuevo que venía desde la otra punta del continente. Nos presentó Arizona como una tierra despoblada. Sus padres se mudaron a Kentucky por falta de trabajo. Ese chico parecía venir de una familia humilde, tenía cierto toque callejero, su gorra y su americana le definían a la perfección. Se pasó toda la mañana intentando hacer bromas. Tenía una sonrisa especial, un aire de misterio le envolvía y decidí quedarme a averiguar todo sobre él. Me dí un día de soltera para conocer más del nuevo chulo del barrio. La primera vez que me fije en su cara con detenimiento, pude advertir que era uno de los chicos mas guapos que había conocido.
Las múltiples conversaciones que fuimos teniendo en esa tarde iban haciendo que nuestras manos se acercaran más y más. Él tomó la iniciativa y cuando menos me di cuenta su mano ya estaba acariciando mi mejilla en una actitud de lo más cariñosa. Fue la última imagen que vi la de sus ojos azules, en ese instante me besó. Cuando recuperé la consciencia, por así decirlo, de mis actos me acordé de Adrien y nuestros bocas se separaron, no podía mirarle a la cara. Adrien resonaba en mi cabeza. Sabía que Erik me seguía mirando y me estaba suplicando que me despidiera de él en condiciones. Su cara era como la de un cordero degollado. Luego me fui sin decirle adiós. Esa noche no pude a penas dormir, mi conciencia mandaba pero mis deseos la supeditaban.
A la mañana siguiente Erik no fue a clase, me tocaba enfrentarme a Adrien solita. Las clases detenían el tiempo aún más y me pasaba los recreos abrazada a él sin a penas ganas, eso me evadía del mundo y de alguna forma me sentía más segura aunque no me mereciese ni sus brazos ni su apoyo en ese momento por lo idiota que había sido. Lo que estaba claro es que Adrien no era ni la mitad de idiota de lo que yo lo había sido y a la salida dejó todo entre nosotros más que claro. Fueron los ojos más tristes que pude contemplar en mi vida los que me confesaron que Adrien cansado de todo, quería quererme más aún pero yo no le dejaba. Miró para Erik como si hubiese sido partícipe de toda la historia y yo me sentí demasiado avergonzada como para seguir con esa conversación en la que no había casi palabras. No eran necesarias. Sólo quería que llegase algún día a ser feliz fuese con quien fuese, me entendía mejor que yo a mí misma, terminó su actuación tan patética permitiéndome elegir por mi misma, diciéndome que todo estaba en mis manos.
Esa tarde puse mi cadena de música a todo volumen y me la pasé llorando e intentando deliberar con mi ángel bueno y mi demonio menos bueno, uno en cada hombro. Fuera llovía sin parar, cosa que no mejoraba mi estado de ánimo sino que lo empeoraba.
Mi madre, con la que casi no había cruzado palabra ese día por la que llevaba encima, picó a la puerta y me informó de que tenía una visita en el hall esperándome. No estaba para recibir a nadie. Ella sin embargo insistió. Cuando bajé las escaleras mi mirada fue directamente a buscar la suya y de hecho la encontró. Allí estaba Erik empapado. En vano intenté cerrarle la puerta pero su sola presencia me debilitaba.
"¿Sabes por qué estoy aquí?" Le contesté sinceramente que no le quería escuchar. En ningún momento me dejó de mirar, era como si su mirada me estuviese obligando a hacer algo que no debía hacer (según mi ángel bueno claro). Estaba claro que mi relación con Adrien estaba en peligro y os juro que no lo dejé de pensar mientras me besaba una y otra vez pero a su lado me volvía voluble, inerte, él desataba todas mis pasiones y eso en cierto modo me gustaba aunque estuviese todo lo mal que estaba. Lo conduje a la puerta, donde acababa (se suponía) nuestro encuentro y justo allí sucumbí a otra de las tentaciones de la primera cita "el beso en la puerta". Una silueta se fue dibujando a lo lejos y cada vez se acercaba más, no me lo podía creer ¡era Adrien! Se dirigía furioso hacia mi casa, me asusté, todos los esquemas que había pensado esa tarde se habían ido a la mierda con la aparición de Adrien.
Asustada cogí a Erik fuertemente por la camiseta y lo lancé contra el zelpudo de la puerta principal y cerré la puerta. Mi respiración era agitada en esos momentos, pensar que detrás de la puerta estaban dos de las personas a las que más le había importado. Sin pensarlo abrí la puerta y pude observar ante mí una de las escenas más duras de toda mi vida: Adrien y Erik estaban con la mirada fija en mí, exigiéndome una respuesta. Sentí que mi cuerpo abandonaba toda la fuerza que yo pudiera contener, y me deslicé hacia el suelo. Rápidamente sentí cuatro fuertes brazos que impedían mi total derrumbamiento, pero yo me zafé de ellos. No tenía derecho a sentirme protegida por ninguno de los dos.
De pronto y sin previo aviso, Erik se encaró hacia Adrien, amenazándole dura e inquisidoramente si no desaparecía de ese porche. A Adrien nunca le apasionó la violencia, pero en ese instante toda su masculinidad se vio atacada, por lo que tuvo que enfrentarse a él. La cosa no llegó a mayores, porque Adrien no tenía intención de agredir a Erik, y en varios minutos, los dos se estaban alejando de mi casa, cada uno por su lado.
Continuará...
8 comentarios:
Alu^^
Gracias a ti, por cumplir mis deseos y poner letra a mis historias, o mejor dicho, mis paranoias =)
Espero que el relato guste a tus asiduos del blog, y si no, reniego de cualquier amenaza que pueda caerme.
Así todo, tu parte es mucho mejor que la mía, y lo sabes ;-)
Muchos besines^^
Te quiero muuuucho ♥♥♥
Un relato crudo y duro. El trío, en el amor, siempre ha resultado excesivo. Espero a ver como continúa la historia...
Besos
Muy interesante!!! Yo me quedaría con los dos!!!!! Espero ansiosa la segunda parte, un beso, guapa.
Pues oye, muy interesante el relato, y muy bien llevado. Me pasaré para leer la continuación, ya lo creo...
1beso!!
Tres son multitud!
Pero la historia esta super interesante...Esperaremos a ver cómo sigue desarrollándose!
Besos Alu:)
Estupendo que escribas... vendré a leerlo completo,
Un beso, preciosa
Natacha.
Tu vas para escritora que te lo digo yo eh¿??¿?¿
Me ha gustado mucho....espero que sigas deleitandonos con esos relatos...
un beso alu
Sourin
Alu te escribo por aki porque me baje mucho leyendote tratando de ponerme al corriente, con ls mil diculpas debidas , la vida me tiene absorta, lo entiendes cierto?
tus relatos van magistral, me sorprende ver la calidad de la historia , no le falta nada!
felicidades nena! regresarè màs a menudo...besos
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