lunes, 29 de marzo de 2010

Precipitado

A veces, por ciertas situaciones, tu vida se ve obligada a dar un giro radical, tal es así que ya ni siquiera recuerdas cómo eras antes, en qué pensabas, en qué matabas el tiempo, en qué soñabas y a qué aspirabas. Sufres un replanteamiento, una restructuración accidental que te hace sentirte descolocada, como si en realidad, no pertenecieras al lugar en el que estás pero sin embargo tuvieras que afianzarte y hacerte un hueco por si el destino volviese a dar uno de sus giros mortales y te dejara KO en el suelo con un millón de ideas revoloteando sin sentido.

No hay comentarios: