lunes, 29 de octubre de 2012

El columpio


Ahora es cada vez como si le decepcionara, como si tuviera que estar lista siempre. Como si lista y preparada no fueran la misma palabra. Cuando despiertas y todo es de color de rosa. 

¿Pensabas que nunca podías teñirte, vida?

Aquí la tienes, pero ¡ALTO! no la cojas entre los brazos, igual puede caérsete y romperse en pedazos. A nadie le haría ninguna gracia. Todo lo soluciona un enganche, los sabios lo llaman vínculo o enlace permanente, es ese que cada noche hace que las cosas y los días estén más cerca. 
Manos, ojos, boca. Vuelve. Suspira. Amanecer. Escalofrío. 


Te has quedado quieta. 

Vuelve a hacerlo. Vuelve a sentirlo todo. 
Pareciera una niña de esas que no se sube al columpio por miedo a que todo vaya demasiado deprisa.Que la agarren de la cintura, la muevan para uno y otro lado, eso la vuelve loca. ¿Por qué no probar con un columpio? El balance es más que bueno. ¿Qué tal si empujas otra vez?

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