lunes, 16 de agosto de 2010

El corazón de la metrópoli 'hibernaria'

El corazón de la metrópoli 'hibernaria' pone boca abajo los tiestos y las macetas de las plantas, hiela las calles y da bocanadas a dientes ajenos. Pulula por la ciudad buscando un amor correspondido. Los 14 (porque febrero se le queda corto y escaso), los tranvías le saludan a su paso vibrante y la gente aplaude su puesto. El reloj del ayuntamiento parece echarle de menos ultimamente y eso que aún es 13. El corazón de la metrópoli hibernaria quiere emigrar y hacerse un sitio, harto de bombear en un campo de granadas y ansioso de esperar a que alguien entre al campo de minas, mientras va helando almas. Dicen que los amores congelados son los que duran para siempre, los que te hacen apretar la mano por si el otro se va y para que no se vaya; los que hacen los abrazos eternos y los que a pesar de ser fríos, en un momento, sus cenizas pueden comenzar a arder en el brasero y avivarse más intensamente que nunca,

(o no avivarse hasta que reúnan las suficientes fuerzas, claro).

Joyce caracterizó a la metrópoli con este curioso término inventado, 'hibernaria' y yo misma he hecho que no se extinguiese.

4 comentarios:

la cocina de frabisa dijo...

Hola, Alu!!

Gracias por tu visita.

Me gusta volver por aquí y encontrarte siempre animosa en la escritura de tus relatos.

La mejor forma de llegar a escribir bien es escribir mucho y leer más. Eso ya lo sabes tú.

Tu relato no me disgusta, pero me pareció un poco forzado en el vocabulario y con falta de coexión. Pero reconozco tu mérito y tu mejora en los últimos tiempo.

un besito, Alu

Ana Vázquez dijo...

Me alegro de volverte a ver entrar en mi blog, me ayuda tanto siempre lo que me dices...pero, ¿a qué vocabulario te refieres? No te entiendo muy bien.

Un besazo y ante todo, gracias.

la cocina de frabisa dijo...

Hola, Alu!!

Tampoco te tienes que tomar al pie de la letra mi comentario, no soy ni escritora, ni entendida, ni profesional del medio, simplemente me gusta leer y noto cuando algo disuena o chirría.

Detallo: tiesto y maceta, es lo mismo ¿no? así que juntar dos palabras sinónimas, suena el píiii.
"da bocanadas a dientes ajenos" no le encuentro sentido a esa frase en su conjunto.
"...harto de bombear en un campo de granadas y ansioso de esperar a que alguien entre al campo de minas, mientras va helando almas." Ahí me perdí, pasamos al campo de minas, a las almas, dejamos el corazón de la metrópoli y nos vamos a los amores congelados y ya sigues con el amor, los abrazos y queda inconcluso y ya totalmente fuera de juego la metrópoli hibernaria.

No sé, yo en algún momento me perdí y en un relato tan corto el lector no puede pasar por el trance de perderse, en una novela larga, tiene un pase si después retomas, pero en uno corto, no hay tiempo.

Ya te digo que solo es mi opinión, pero como me la pides, te la doy.

Un besazo, Alu

Ana Vázquez dijo...

Claro que me lo tomo al pie de la letra, hasta donde sé, tu opinión merece ser valorada y mucho. Sigo sin notar ese chirrido, pero me lo anoto para una posible mejora en el futuro, ¿vale?
Digamos que a veces dejo volar demasiado la imaginación y me deja de importar que las cosas tengan sentido o no.
Muchas gracias otra vez.