martes, 26 de junio de 2012

Astros

Es tiempo de escribir deseos que se harán realidad, porque eso es lo que debe suceder con los deseos.

Así que te escribo y te pido que vengas. Que dejes ya esa dureza de eones. Que te rindas en tu empeño baldío y entregues las armas a quien quiera guerras. Que seques el sudor de tu frente, Ulises, te vistas de velas blancas y acudas a este hogar de pan caliente. Para que después, si quieres, continuemos juntos este viaje inevitable.

2 comentarios:

G. Maria dijo...

¿Crees que, de tanto desear, la vida se apiadará de nosotros y nos traerá aquello que anhelamos? ¿Aun a pesar de no tener manera de entregar nuestro ruego a Ulises?

Ana Vázquez dijo...

Creo que siempre nos devolverán lo que de alguna u otra forma, nos perteneció. A Ulises es fácil decirle las cosas, el problema está en que conteste, que a veces se piensa mucho las cosas.