Con la boca abierta y la cabeza echada muy atrás, él se quedó quieto y, al cabo de un momento, estornudó ruidosamente.
-¡Achú! -dijó-. ¡Vete al demonio!
Anoche he...pillado un resfriado...vete al demonio....anoche...y había mucha corriente...
JOYCE, James. Ulises.
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