En pijama

Adoro estos días, porque si no sales, te quedas en casa( como es obvio), en el calor del hogar y vas danzando de un lado a otro de la casa con todos tus bártulos (no recuerdo haber escrito esta palabra antes). Son buenos esos momentos porque aunque estés agobiada y no puedas ni siquiera tomarte un Nesquick para descansar un rato, te sientes bien, no entiendo porque, me quejo de que tengo que hacer tantas cosas y luego, sin embargo lo piensas y estás mejor agobiada que sin hacer nada, al menos yo.

Son de esos días en los que duermes seis horas y no te importa, porque despiertas con una sonrisa de oreja a oreja y por una vez en tu vida saludas a todo el mundo por la mañana amablemente sin importarte que te respondan.

Son de esos días en los que te miras el espejo y no ves a la de siempre.

Es uno de esos días felices, en el que estreno de una vez por todas mi pijama de rayas.

Las contradicciones que tiene la vida, ¿eh?

(Por fin un post corto XD!)