ANA VÁZQUEZ. AVILÉS. Dos parejas de alicantinos destacan el avance de la ciudad en los últimos años. A plena luz del día, bajando una calle que quizás sea más transitada de noche que de día, por su ambiente de bares, se encuentran dos matrimonios de turistas venidos desde Elche. Ellos son Joaquín Juárez y Susana Gómez y, por otro lado, Francisco Mora y Mari Luz Gómez. Estos inquietos viajeros, en esta ocasión, han decidido conducir su plan de vacaciones dirección Avilés y visitar la ciudad tranquilamente durante todo un día, aunque admiten que a la provincia asturiana sí que le dedicarán una larga semana, ya que llegaron el pasado domingo y este fin de semana aseguran que ya abandonarán el norte.
El desconocimiento de Joaquín y Susana sobre la ciudad fue determinante a la hora de elegir su destino para el verano. «La verdad, queríamos ver el centro de Asturias y los Lagos de Covadonga, y encontramos en Avilés una ciudad muy accesible para movernos de un lado a otro de Asturias, ya que es el centro entre las principales, Oviedo y Gijón», aseguran.
Ambos, Susana y Joaquín, son de la opinión de que «un paisaje portuario, es un paisaje bonito», lo tienen claro. Por ejemplo, Susana, al viajar al norte lo hace siempre con las ideas claras, «cuando vas a ciudades como Avilés, siempre buscas el puerto, porque realmente es donde está el encanto de las ciudades más próximas al mar».
«El mayor disfrute de la ciudad hasta ahora ha sido quizás la combinación del casco antiguo con lo modernista del Centro Cultural Oscar Niemeyer, de lo que hemos podido ver», dice Joaquín, a lo que su mujer, Susana, añade que si repitieran su visita, no dudarían en volver a pisar la plaza donde se ubica el Ayuntamiento.
Esta pareja alicantina, que opta por un turismo familiar, en el que trata de no perder detalle a todo lo cultural, afirma que «no tenemos ningún tipo de preferencia al viajar, simplemente cuando lo hacemos nos gusta recorrer España», y entre muchas posibilidades han venido a parar a Avilés.
«Ahora el Niemeyer hace de barrera, ya no se ve la contaminación»
En caso de que el turismo cultural e histórico se quede cojo, ya que han venido hasta aquí no perderán oportunidad para hacer una parada a la hora de comer para degustar algunos de los mejores platos de la gastronomía asturiana. Como sitios elegidos para reponer fuerzas, prometen acercarse, según recomendación previa, a la plaza del Carbayedo o bien a la calle de La Muralla, en algunos de los sitios más recomendables para conocer la comida de las mesas asturianas. Amantes del buen comer, estas dos parejas de Elche se muestran a favor de un intercambio gastronómico cada vez que visitan una ciudad nueva, aunque añaden que «cada sitio tiene lo suyo», en ese aspecto están abiertos a probar lo característico de aquí, como buenos turistas.
Plaza de España. :: SERGIO LÓPEZ
Los cuatro turistas insisten en la mezcla y el contraste existentes entre lo antiguo y el contemporáneo Niemeyer. «Aunque las chimeneas no encajen en el paisaje actual de Avilés, ahora el Niemeyer hace de barrera», ya no se ve la contaminación nada más poner un ojo en la ría, sino que «se ve un cambio, un avance con el tiempo en la imagen de la ciudad». Tras este «lavado de cara», el interés turístico de Avilés crece, pues como dice Joaquín, «se nota que la ciudad está progresando y tanto para los turistas como para los avilesinos es un cambio bastante bueno».
Fuente: La Voz de Avilés (El Comercio)
1 comentario:
Ribadeo no está en Asturies
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